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jueves, 3 de diciembre de 2009

Ciudad de Córdoba, Diciembre de 2009

Estimado o Estimada:

Somos Javier y Juan…

En el marco de las luchas que se llevan en favor de la discusión, sanción y promulgación del o los proyectos de matrimonio para parejas del mismo sexo en el Congreso de la Nación, del intento de dictamen en la Comisión de Familia y de Legislación General de la Cámara de Diputados que no obtuvo quórum por lo que no pasó de la comisión parlamentaria con dictamen la discusión, de los proyectos de ley de matrimonio para todos y todas o entre personas del mismo sexo (los proyectos de Vilma Ibarra por un lado y de Silvia Augsburger, por otro, donde están como firmantes las diputadas cordobesas Norma Morandini, Laura Sesma y Cecilia Merchán), de las denuncias en el Inadi (los dictámenes de discriminación que emitió y su intensa lucha a favor de la igualdad), de los recursos de amparo presentados ante la Justicia por la Federación LGBT y otras parejas (cinco en total, tres en Capital federal, uno en Mar del Plata y otro en Santa Fe), del dictamen del Procurador general de la Nación Esteban Righi recomendando al Congreso tratar el tema afirmando que “Ninguna solución sana ha de venir por la vía del desconocimiento de la realidad que viven estos conciudadanos", y también de la declaración del decano de la Corte Suprema de Justicia de la Nación el Dr. Carlos Fayt, que indica que el máximo tribunal tiene planteado el caso y resolverá la cuestión, lo cual agradecemos… desde Córdoba queremos aportar y apelar a la discusión y debate para que nuestros diputados y diputadas y senadores y senadoras discutan los proyectos que nos brinden igualdad jurídica a todos y todas.


Amparados por la Constitución Nacional en el artículo 43, y los Pactos y Convenciones internacionales a los que ella adhiere, interponemos un recurso de amparo, ya que en el artículo 8 declara que “Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás”, en el artículo 16 “Todos sus habitantes son iguales ante la ley” y en el artículo 28 “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”.
Por esto, consideramos que el Estado a través del Registro Civil y Capacidad de las Personas conforme al Código Civil, Libro Primero de las Personas, Sección Segunda de los Derechos en las Relaciones de Familia, Título I, Del Matrimonio, Capítulo I, artículos 166 inciso 5 y artículo 172, entre otros, donde se dispone que "Es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por hombre y mujer ante la autoridad competente para celebrarlo" discrimina y restringe, nuestro derecho a una igualdad jurídica garantizada por la Constitución Nacional al pedir matrimonio como pareja de varones, que también garantiza la Constitución de la Provincia de Córdoba, artículo 7 “Todas las personas en la Provincia son libres e iguales ante la ley y no se admiten discriminaciones. La convivencia social se funda en la solidaridad e igualdad de oportunidades”.


En consecuencia, reclamamos que se declare que los artículos mencionados que limitan el matrimonio de manera exclusiva a una pareja conformada por un hombre y una mujer son discriminatorios y, por lo tanto, anticonstitucionales, que se estudie la reforma del Código Civil, para que se garanticen los derechos como ciudadanos y ciudadanas sin distinción de ningún tipo, Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica, 1969) artículo 1 “ Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”, artículo 17 inciso 1: ”La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado” e inciso 2: “Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta Convención”.


Nosotros no pedimos que se nos dé permiso para formar una familia, ya la tenemos y luchamos por nuestro presente y futuro, por el de nuestros posibles hijos e hijas, por eso reclamamos los mismos derechos de que goza una pareja formada por un varón y una mujer, y denunciamos desigualdad jurídica en el acceso a garantías constitucionales, derechos sociales y civiles, y pedimos que el Estado adecue sus códigos en el contexto de los consensos internacionales en materia de derechos sociales y civiles logrados por las luchas de los grupos que representan la diversidad sexual y de género. No pedimos una nueva ley que nos integre, la integración se da con el respeto y tolerancia por la identidad construida por el otro u otra, queremos que la ley que existe se adecue a sus habitantes con sus costumbres e identidades.

No se reclama el “matrimonio gay” ni “el matrimonio homosexual”: la diversidad sexual y de género excede esas definiciones o categorías. Es la institución del Matrimonio Civil, creada por ley por el Estado, la que reclamamos para todos y todas sin distinciones de ningún tipo. Se plantea un derecho civil, no es una discusión religiosa ni moral, es una cuestión pública y de Estado. No solo es una cuestión de “amor”, ya que este existe más allá de las formas que adopten las relaciones entre las personas, es una decisión racional, conciente y voluntaria de construir un proyecto de familia y de sociedad en nuestro país. Pedimos los mismos derechos: herencia, obra social, pensión, derechos migratorios, hijos e hijas, vacaciones conjuntas, licencias laborales, etc. Queremos dejar de ser ciudadanos, ciudadanas y familias de segunda. Luchamos por erradicar la violencia y discriminación directa e indirecta hacia la diversidad sexual y de género.


Apelamos a los y las representantes en el Congreso de la Nación a que incluyan en su agenda como prioritaria la discusión del matrimonio civil para todos y todas, porque entendemos que es una cuestión de voluntad política y no de ausencia de consenso tanto a nivel de la cámara de representantes como a nivel general de la población de nuestro país.

Pedimos a los medios de comunicación que no sean solo cronistas de los hechos, y apelen a las herramientas del oficio y profesión periodística construyendo el hecho noticioso no desde el hecho puntual de la presentación de un recurso de amparo, sino también indagando en los motivos por los que el Congreso no discute el proyecto, por los que la Corte Suprema no se pronuncia respecto de los recursos de amparo que llegaron a su instancia, y se busquen argumentos, fundamentos y opiniones plurales que conserven el total respeto por las posibilidades de ser y estar de todos y todas, en el marco de los consensos académicos y científicos en materia de sexualidad, identidad, derechos humanos, derechos sociales y civiles, que desde hace cincuenta años se dan en el mundo.

Pedimos a todas y todos los ciudadanos y ciudadanas discutir esta y muchas ideas, tomar posición política con una perspectiva de respeto total por el otro y otra en la vida pública, reservando a la vida privada las opiniones que discriminen o restrinjan y menoscaben derechos de él o ella que es diferente y semejante como sujeto o sujeta y ciudadano o ciudadana. Apelamos a todos y todas los y las habitantes de nuestro país a hacer uso total de la palabra en todos nuestros ámbitos cotidianos, para que nadie sea esclavo del silencio, y seamos libres de ser como somos y como queramos ser. Queremos ser y estar aquí y ahora reconocidos y reconocidas por lo que cada uno y una construye de sí mismo y misma.


Somos Javier y Juan… como podemos ser Gabriel y Franco con su hija María Sol, Manuel y Santiago, Carla y Carolina con sus hijas Catalina y Nahuel, Marisa y Gabriela… y miles, cientos de miles de familias que existen aquí y ahora.

Todos somos diferentes, por lo tanto se reclama el total y absoluto respeto por la identidad de género y sexual, por las posibilidades de ser y estar aquí y ahora, en este mundo, en Argentina y en Córdoba: reclamamos que el Estado garantice los mismos derechos para todos y todas los y las diferentes que habitamos nuestro país.


Queremos conocer si contamos con tu ayuda, contactanos a javieryjuancba@gmail.com, encontranos con esta dirección en facebook o entrá a http://javieryjuancba.blogspot.com/.

Dialogá: contactate con la radio, la tv, el diario y la web que preferís, hablá con los y las representantes legislativos del barrio, de la ciudad y de la provincia (llamá a sus despachos, golpeá la puerta), discutí en el trabajo, en la escuela o universidad, en la familia, con los vecinos y amigos, y especialmente con vos mismo o misma.
Dialogá para que empecemos a escucharnos a nosotros mismos y mismas, y podamos hablar por nosotros y nosotras, pronunciar el mundo y nuestro mundo con nuestras palabras y voces, para que entre todos y todas construyamos la igualdad entre la diferencia.

Muchas Gracias
Saludos

Javier y Juan

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